La extraordinaria obra de Fernando Belaunde Terry
“Los triunfos más grandes de la propaganda han sido logrados no haciendo algo, sino absteniéndose de hacerlo. La verdad es poderosa, pero desde un punto de vista práctico le es mucho más el silencio acerca de la verdad”. Aldous Huxley
Cuando escribí el Rescate de la Memoria, el 56 se conmemoraba el quincuagésimo año de la fundación de Acción Popular y estimé que, pese a tantos años transcurridos, no existía una versión escrita, un testimonio de todo lo que ocurrió ese año de 1956, tan memorable para quienes nos adherimos, con juvenil entusiasmo, a la candidatura presidencial de Fernando Belaunde Terry. Tuve conciencia de que, inevitablemente, somos seres finitos y que quedaban pocos años para que la tradición oral se extinguiera de los labios de los protagonistas y que esta seguiría prolongándose en versiones de segunda mano que, naturalmente, podían distorsionarla, para bien o para mal, generalmente para mal.
En mi calidad de fundador del Frente Nacional de Juventudes y protagonista directo de esa gesta electoral que significó la rutilante aparición de Belaunde en el escenario político nacional y la declinación de la hegemonía política del aprismo, dejé ese testimonio, que nunca ha sido refutado. Es, pues, el testimonio directo de un protagonista, no desmentido, y como tal será apreciado en su momento.
Al escribir Rescate de la Memoria II, que trata de la obra realizada en el primer gobierno de Belaunde (1963-1968), era un momento en que nos abrumaban con encuestas que demostraban que nadie creía en nadie y nos repetían - como hasta hoy - lo de la crisis de los partidos.
Indiqué, al inicio, las tres razones de esa publicación, las que sintetizo:
1º.- Era de orden cronológico. En la última elección del 2006 habían votado por primera vez tres millones de nuevos electores. Ellos tenían dos años cuando terminó el calamitoso primer gobierno de Alan García y cinco cuando Fujimori se dio su autogolpe de 1992. Y la pregunta era lógica. Si el primer gobierno de Belaunde se interrumpió en 1968 (hacía 37 años) y su segundo gobierno terminó en 1985 (hacía 21 años) ¿qué podían saber ellos de la obra realizada en esos gobiernos? Y puse un ejemplo muy ilustrativo. Preguntaba a los taxistas quien había construido la monumental obra del Conjunto Residencial San Felipe, en Jesús María que albergaba a 1600 familias y un tercio me decía Odría, un tercio decía que no sabía y solo un tercio acertaba a decir que era obra de Belaunde.
2º.- La segunda razón era mas poderosa que la primera pues la obra de Belaunde era muchas veces negada y de la forma más mezquina que se pueda imaginar.
Un clarísimo ejemplo de esta actitud lo dió el director de un diario, Juan Carlos Tafúr, cuando todos elogiaban lo que significó la presencia de Belaunde en la política nacional, en el momento de su fallecimiento, él no pudo dejar de hacerlo pero, en forma insidiosa, insertó en su artículo de elogio, dos frases intolerables. “Muy pocos disienten en el juicio negativo de lo que fue Belaunde como gobernante y la frase final de ese artículo fue “ya que política y económicamente hablando los dos gobiernos fueron absolutamente intrascendentes”. En ese mismo diario otro columnista, que ahora es director de Correo, Aldo Mariátegui escribió un artículo que tituló “FBT no distorsionen la historia” en el que no solo dice “su primer gobierno fue decepcionante” sino que se expresa en términos por demás irrespetuosos sobre la señera figura de Belaunde. El lenguaje zafio es su estilo. Y otro periodista del mismo diario que utilizaba un lenguaje más escatológico que el de Aldo M. Andrés Bedoya, hoy difunto, escribió otro artículo titulado “El publi sepelio” en el que quiso molarse del dolor colectivo del fallecimiento de Belaunde.
La muy mezquina conducta de esas llamadas periodistas mereció una carta notarial que – por supuesto, no fue publicada y tampoco comentada en ningún otro diario.
Esa carta la puede usted leer en el capítulo Archivo Personal de este “Sacando al fresco” en la sección “Cartas no publicadas” que son varias.
3º.- Al desconocimiento de la obra de Belaunde, por razones cronológicas y a la mezquindad y mala fe de su tratamiento, había que agregar el apoderamiento por otro, de esas obras. Esta apropiación indebida la realizó, en primer lugar, el gobierno dictatorial de Velasco que inauguró, como propias, varias obras del gobierno de Belaunde siendo la más notoria la de la Electrificación Rural del Valle del Mantaro que la anunciaron pomposamente con la propaganda de “La luz llega a los pueblos con la revolución”.
En esa oportunidad y en cinco veces más que “inauguraban” obras de Belaunde les remití cartas que publicaron los diarios en esa época y que usted, lector, puede leer en este “Sacando al fresco” en el capítulo Archivo Personal, en la sección “Cartas al Velascato”.
Y otro gran aprovechador de la obra ajena, Alan García, al terminar su horroroso gobierno y para paliar todo el mal que le había hecho al país, se adjudicó la paternidad de Majes, Carhuaquero, Gallito Ciego, Charcani y Chavimochic.
Tamaña desfachatez de Alan García mereció una debida aclaración de mi parte que se publicó en el diario El Comercio y que apoyó Patricio Ricketts en un artículo que tituló “Tupe”, que en francés es “frescura”.
Mi aclaración y el apoyo de Ricketts también se encuentran en “Archivo Personal” en la sección “Cartas a Apristas”, con el título acertado a “Fanfarría Aprista”.
En conclusión si gran parte de la población (mayormente por razones de edad) desconoce la obra de Belaunde, algunos medios de comunicación (y son muchos) la ignoran o la desdeñan y otros quieren apropiarse de ella estimé, en ese momento, que era necesario reivindicarla y rescatarla como el Patrimonio que nos dejó Belaunde.
Al escribir en el 2008 el Rescate de la Memoria III referido al segundo gobierno de Belaunde y que me prologó el Dr. Luis Bedoya Reyes, un probado amigo de Belaunde, invoqué a mis correligionarios a escribir sobre los temas o actividades por ellos realizadas (Salud Pública, Educación, Vialidad, Energía, etc., lamentablemente no ha habido respuesta positiva.
En ese Rescate de la Memoria III dije en la pág. 298 “Reitero mi agradecimiento a algunos amigos que han apreciado lo que ha escrito ya que solamente es un deseo de que quede un testimonio escrito de lo que conserva la memoria. Lo opuesto a la memoria es el olvido y lamentablemente – en los tiempos en que vivimos, se advierte un olvido de lo que significaron los gobiernos de Belaunde y lo que es más lamentable es que da la impresión de que ese olvido está casi dirigido” y más censurable aun es que esa obra no solo es negada, olvidada sino que es distorsionada con expresiones intolerables por infelices y terminé el libro con este párrafo. “Con este libro que ofrezco posiblemente termine la misión que me impuse. Solo espero que sirva de punto de partida para que tantos otros que han sido protagonistas, actores o testigos de hechos memorables dejen su testimonio. Sumados todos ellos quizá se puedan constituir en una sólida barrera contra la estulticia que nos rodea y pretende ahogarnos”.
Desde que presenté mi último libro he venido observando y anotando una serie de intentos de silenciar tanto al nombre mismo de Belaunde como su misma obra.
En más de una ocasión he publicado artículos o cartas tratando de aclarar los infundios, patrañas y sandeces que circulan en el “imaginario popular” del chisme y la malevolencia. Todo eso lo puede encontrar en el capítulo “Archivo Personal” ya citado.
Había pensado preparar un nuevo libro, el quinto – definitivamente el último - en el que haría la denuncia – documentada por cierto - de lo que podría llamarse “La conspiración del silencio” o “La conjura de los necios”. Y felizmente he encontrado refugio en “La mula”, pues ya aprendí que los libros impresos casi no se venden. La mejor prueba es que este “Sacando al fresco” ha llegado a 39 mil lecturas.
Era mi intención no publicar ese libro hasta que terminaran los eventos programados por la Comisión del Centenario del Nacimiento de Fernando Belaunde, pero un hecho imprevisible me ha obligado a publicar estas líneas.
Lo que nunca pude prever es que en casi todos, en la mayoría de los homenajes rendidos a Belaunde por instituciones, universidades, congresos, municipios, etc., etc., todos han enaltecido - como no podía ser de otra manera - su inmarcesible honradez, su inalterable respeto a la Constitución, su apego a la democracia, su amor al Perú. Pero casi ninguno ha hecho alusión a su obra.
Esa obra, que me precio de conocer pues he escrito dos libros sobre ella, ha sido la gran ausente, la mayor omisión en quienes programaron el homenaje a Belaunde.
Manifesté anteriormente que me estaba acostumbrando a esta omisión de la obra de Belaunde y considero que sería una majadería reclamarle a cualquiera de un hecho que recuerda. No se puede ni legal ni lógicamente exigir a nadie que recuerde lo que no quiere recordar o que quizá ignore.
Pero el caso es distinto cuando a la vez que se rinde homenaje a la persona se pretende, a la vez, deslustrar éste con afirmaciones falsas, casi diría aviesas sobre su obra. En este caso es un deber moral salir al frente y aclarar. Ese es el caso que me impele a escribir estas líneas.
El diario “El Comercio”, en un editorial de pretendido homenaje a Fernando Belaunde expresa, en primer lugar, su reconocimiento al gesto del primer día de su segundo gobierno cuando les devolvió la propiedad que les confiscó Velasco, cuyo golpe de estado, que derrocó a Belaunde, ellos justificaron, reconocen todas las virtudes cívicas que, universalmente, se reconoce a Belaunde pero agregan esta frase verdaderamente desconcertante “Los gobiernos de Belaunde, es cierto, no fueron extraordinarios. De hecho fueron bastante menos que eso, si sopesamos su gestión económica. Pero el hombre, en tanto que demócrata convencido y coherente lo fue”. Y nada más, sin sustento alguno.
La verdaderamente extraordinaria es que le diga el director de El Comercio (los editoriales en todo el mundo son responsabilidad de los directores) que tantas muestras de amistad y aprecio recibió de Belaunde y segundo que lo que se dice es diametralmente opuesto a la realidad.
La verdaderamente inexplicable afirmación del diario “El Comercio motivó que el 15 de Octubre les remitiera una Carta Notarial” en la que les dije:
“Si en ese editorial no han sido capaces de acordarse de ese magistral acontecimiento geo-político de la construcción de la Marginal de la Selva, digno de un estadista; si no han podido rememorar el hermoso gesto de solidaridad de Cooperación Popular por el que centenares de miles de familias de los pueblos olvidados tuvieron acceso al camino, al agua potable, a la posta médica, al aula escolar, con su trabajo y la ayuda del Estado, robusteciendo su autoestima al ser protagonistas de la historia; si no le han dado valor a la liquidación de la aberrante Caja de Depósitos y Consignaciones, ni por supuesto al rescate de los depósitos bancarios que las entidades públicas colocaban en los bancos privados y que en el primer mes del primer gobierno de Belaunde se ordenó que se hicieran en los Bancos de Fomento Estatal, menos iban a mencionar lo que, escuetamente, les recuerdo”.
“En todos los campos en Salud Pública, Educación, Vialidad, Irrigaciones, Energía, Incorporación de la Amazonía al desarrollo nacional, política naviera, construcciones hoteleras y hasta carcelarias, en todas, absolutamente en todas al arquitecto Belaunde superó y largamente lo hecho, antes que él”.
“Prueban el canto”.
1.- Salud Pública. En su primer gobierno construyó 24 hospitales. Encontró 7.500 camas de hospital. Dejó 15.000
2.- Vivienda.- En doce años, de 1950 a 1962 la Junta de la Vivienda había construido 10,685 viviendas.
En el primer año de su primer gobierno de Belaunde construyó 12,238 y al quinto año de su interrumpido gobierno había construido 50,000 y en todo el país, como no se hacía antes de él.
3.- En Educación.- Solo basta decir que el Presupuesto del Sector fue el 26.5% de los gastos del Estado, que era el 5% del PBI porcentaje jamás alcanzado hasta hoy.
4.- En Vialidad aparte de la Marginal de la Selva con 1.500 kilómetros y la incorporación de 2`200.000 Has a la agricultura nacional se construyó la vía de los Libertadores de Pisco a Ayacucho y se conectó a la red vial nacional a 12 capitales de provincias y se construyeron caminos y puentes en todo el territorio nacional en volúmenes desconocidos hasta entonces.
5.- En irrigaciones parece ridículo tener que recordar Tinajones, Pañe, Aguada Blanco, Gallito Ciego, Olmos, Majes, Jequetepeque, Chira-Piura y Chavimochic.
El 50% de las irrigaciones que tiene el Perú las hizo Belaunde.
6.- En obras eléctricas, si el diario el Comercio hoy no las recuerdan en sus páginas de años antes hallará el Complejo del Mantaro que alcanzó un millón de kiolowats la ampliación del Cañón del Pato, las centrales Aricota I y Aricota II la Refinería de la Pampilla, Condoroma, Restitución Carhuaquero.
En síntesis y sin discusión el 62.5% de la energía eléctrica que tiene el Perú la hizo Belaunde, “pese a quien le pese” y finalicé la carta diciéndoles que no quería fatigarlos recordándoles la Derrama Magisterial, el Banco de Materiales, el Parque de las Leyendas, la Palma Aceitera, las construcciones de puertos, aeropuertos hoteles y hasta cárceles”.
Me reafirmo en lo que expresé en esa Carta al diario El Comercio “Han sido injustos con la memoria de Belaunde y han desinformado a sus lectores”.
En conclusión y sin discusión alguna Fernando Belaunde Terry ha sido el constructor de la mayor parte de la infraestructura nacional y con eso basta para consagrar sus gobiernos como extraordinarios, en claro mentís a lo que dice El Comercio.
No habría publicado estas líneas si, por lo menos, El Comercio hubiera hecho algún comentario a mi carta y es la segunda vez, en lo que a mí respecta, que tienen igual conducta. Ignoran olímpicamente a sus lectores. Como diario decano de la prensa nacional ellos se creen dueños de la verdad.
Hace un tiempo, en plena campaña electoral del 2006, a un columnista de farándula de El Comercio que ahora funge de analista política, Fernando Vivas, se le ocurrió proponerle a Keiko Fujimori que usara este slogan “Fujimori Corrupto pero eficiente. Belaunde honesto pero deficiente”.
Esta infeliz ocurrencia del señor Vivas que solo denotaba ignorancia y avilantez mereció una carta mía de réplica, que nunca fue ni publicada, ni comentada, pese a todos los esfuerzos que hice.
La reincidencia de El Comercio en esta conducta han obligado estas líneas que quiero finalizar con otra cita, la de un gran periodista.
“En la prensa hay cientos de maneras de manipular las noticias. Y otros cientos existen en la radio y en la Tv. Y sin decir mentiras. El problema de la radio y Tv es que no es necesario mentir: podemos limitarnos a no decir la verdad. El sistema es muy sencillo omitir el tema". Ryszard Kapuscinski